Es una técnica nacida en Japón hace unos 500 años. Consiste en una bola compuesta usualmente por tierra, akadama, arena de río y agua, recubierta de musgo natural,  sujeta con hilo, que puede utilizarse para cultivar diferentes tipos de plantas. Estas bolas no requieren maceta, tan solo necesitan un lugar luminoso. Por sus características tan especiales se convierten en elementos de decoración ecológicos y biodegradables con un efecto decorativo innovador y poco convencional.

Bola de tierra, arcilla y arena de río, envuelta en musgo natural 

Plato de Musgo Kokedamas


Akadama: Arcilla granular de color rojo-marrón de origen volcánico que se encuentra tan sólo en Japón y que se utiliza como sustrato de cultivo neutro.

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